¿Qué es la ansiedad
generalizada?
La ansiedad
generalizada consiste en un estado de preocupación constante y persistente,
con inquietud, tensión muscular, cansancio, irritabilidad, problemas para
concentrarse y problemas de sueño.
Cuando estos síntomas ocurren durante al menos seis meses e
impiden que la persona funcione de modo normal en su vida diaria (en el
trabajo, en sus relaciones, etc.), existe la posibilidad de que se trate de un
trastorno de ansiedad generalizada.
María, una
estudiante universitaria, se sentía ansiosa porque pensaba que su rendimiento
sería muy bajo y continuamente se preocupaba con temas relacionados con los
estudios. Sentía ansiedad antes de ir a cada clase; antes, durante y después de
cada examen, y mientras estudiaba. En definitiva, se sentía con un miedo difuso
casi todo el tiempo.
El síntoma principal de la ansiedad generalizada es la
incapacidad para relajarse. La persona se siente tensa, asustada, se sobresalta
por cualquier cosa, se siente inestable y débil.
Puede sentir síntomas físicos de ansiedad, como manos
sudorosas, palpitaciones, sensación de falta de aire, deseo urgente de orinar,
náuseas, diarrea, o sensación de mareo o de estar a punto de desmayarse (aunque
casi nadie llega a desmayarse realmente).
A nivel cognitivo, el
síntoma más común consiste en los problemas de concentración que experimentan,
así como la incapacidad para controlar su pensamiento, la confusión o la
incapacidad para recordar cosas importantes. También es común que se den
diversos miedos, como miedo a perder el control, miedo a ser rechazados, miedo
a ser atacado o miedo a morir.
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