Cualquiera que haya experimentado alguna vez un ataque de
pánico sabe lo útil que puede ser un alivio rápido, por ello, a continuación
quiero compartir al algunas técnicas que pueden ayudarnos a “flotar” por un
ataque de pánico y, a largo plazo, a controlar los niveles de ansiedad:
Respiración: Mantener una buena respiración y practicar una
respiración profunda puede ser muy beneficioso, en particular porque, muchas
veces, quienes padecemos ansiedad tendemos a respirar de manera superficial.
Durante un ataque de pánico, los síntomas respiratorios causan mucho temor,
pues normalmente sentimos que nos falta el aire.
Puedes poner en práctica la
respiración profunda durante un ataque: comienza respirando lentamente y
profundamente y, si te es posible, coloca
tus manos sobre el estómago y siente como tu abdomen se llena de aire,
contén la respiración por un momento.
A medida que exhalas, siente como el aire
sale lentamente y tu abdomen se contrae hacia dentro.
Estas respiraciones
profundas y a conciencia ayudarán a calmar cuerpo y mente.
Esto no sólo te ayudará a respirar
mejor, sino que también te distraerá y te hará sentir más tranquilo.
Exposición: Si nuestros ataque de pánico son provocados por
una situación particular, es muy fácil vernos tentados a evitar estas
situaciones, pero a largo plazo este no es un buen enfoque.
Lo mejor es
enfrentar, poco a poco nuestros temores.
Los ataques de ansiedad, normalmente surgen de manera
repentina, sin embargo, siempre dan algunas señales previas que pueden pasar
desapercibidas.
Si aprendes a conocer tu propia ansiedad, podrás detectar estas
señales y lidiar más fácilmente con ellos.
Existen de hecho algunas técnicas
que te pueden ayudar a detener un ataque de pánico desde el principio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario